A finales de la primera década del siglo XX, un grupo de jóvenes entusiastas organizaron el Primer Congreso Nacional de Estudiantes. Si bien el pretexto era ser parte de los festejos por el centenario de la Independencia de México, esta reunión desencadenó inquietudes intelectuales y de libertad que se prolongarían mucho después de 1910, año de su celebración. Este Congreso yacería hoy en el olvido si Lourdes Valázquez Albo no hubiera rescatado y trascrito las notas de prensa, las ponencias y otros textos relevantes reunidos en este libro.